

En la semana 37 de embarazo ya estarás inmersa en el último mes de la gestación. De hecho, el bebé, si naciera durante ella, ya no sería considerado prematuro al estar completamente formado. Tu cuerpo también se prepara para el parto, que, si todo va bien, tendrá lugar dentro de unas tres semanas.
No solo a nivel físico, sino también mental. Aquí queremos explicarte cómo te sentirás cuando llegue esta fase.
¿Cómo se encuentra el bebé en la semana 37 de embarazo?

Seguramente, a estas alturas ya tengas decidido incluso el nombre del bebé. Es normal. En las ecografías 3D ya es posible distinguir perfectamente su rostro e, incluso, determinar si se parece más al padre o a la madre.
Piensa que, a estas alturas, el bebé mide ya unos 49 cm de talón a cabeza y que se acerca con celeridad a los 3 kg de eso. De hecho, engorda entre 20 y 30 gramos al día. La mayor parte de esa cifra es grasa, la cual compone el 15 % de su masa total.
Esto se debe, fundamentalmente, a que el cuerpo del bebé se está preparando para mantener su temperatura constante cuando salga del útero y no encuentre el cobijo materno.
Además, el lanugo que hasta ahora protegía la piel del bebé del líquido amniótico se desprende y es absorbido a través del cordón umbilical. En su lugar, empieza a aparecer el vello.
Ese será el elemento principal del meconio, es decir, de la primera excreción que realice el bebé al nacer antes de empezar a consumir leche materna.
En esta fase, lo único que realmente crece es el cerebro y el cráneo. Y lo seguirán haciendo hasta el día del parto.
¿Y la madre?

Muchas madres, cuando llega la semana 37, se preocupan bastante porque notan menos movimientos por parte de su bebé. Sin embargo, es algo totalmente normal.
Debido a su mayor tamaño, casi no tiene espacio para moverse dentro del útero, lo que hace que pase mucho más tiempo durmiendo. Aún así, es habitual percibir sus estiramientos y patadas, sobre todo, durante la noche.
Además, en este momento el bebé se encuentra especialmente relajado debido, principalmente, al masajeo que le proporcionan las contracciones de Braxton y de encajamiento.
Piensa que, en este momento, tu bebé está empezando a adoptar la posición necesaria para que se produzca el parto, encajando la cabeza en el cuello uterino.
En este momento, las madres también suelen mostrar ansiedad por tener el bebé. Es normal ya que el peso del niño y el incremento en el tamaño del útero provocan torpeza y dificultad para dormir y para realizar cualquier acción de la vida diaria.
Las molestias físicas también se incrementan.
Gran parte de esa ansiedad se debe a las dudas originadas en torno al parto. La mayoría de las madres tienen miedo de no reconocer adecuadamente las señales que emite y de acudir demasiado pronto al hospital o, lo que es peor, excesivamente tarde.
Por ello, para tu tranquilidad, queremos hablarte de los signos que evidencian que el parto se está acercando:
- Las contracciones de Braxton Hicks que ayudaban a tu bebé a adoptar la postura correcta dentro del útero se hacen más intensas y frecuentes.
- Expulsión del tapón mucoso. Durante el embarazo, este se encargaba de cerrar el orificio uterino. Tiene apariencia de menstruación o de mucosidad sangrienta. Generalmente, esto indica que el parto ha empezado, aunque las contracciones pueden demorarse un poco más.
- Las contracciones de dilatación. Tienen lugar cada vez a intervalos más cortos. Si se produce la rotura del saco amniótico, hay que acudir inmediatamente al hospital.
¿Te ha llegado el síndrome del nido?
Es posible que, sin saber muy bien por qué, tengas una necesidad imperante de limpiar tu hogar. O, incluso, de comprar los muebles que te faltan lo más rápidamente posible, de pintar las paredes o de adquirir algunos vestidos de bebé por si acaso.
Lo que te pasa se conoce como síndrome del nido y le sucede a la mayoría de las madres en un momento u otro del embarazo. De hecho, la semana 37 del embarazo es un momento muy habitual para que aparezca.

Sin embargo, ¿qué es lo que realmente necesitas para vestir a tu bebé tras el parto? Saberlo con exactitud de aportará calma y evitará que hagas compras impulsivas:
- Conjunto de pantalón y camiseta. Ideal para la primera puesta . En caso de ser invierno o de hacer frío, es mejor añadir una prenda de algodón adicional que le abrigue o utilizar una toquilla.
- Gorrito y polainas. Fundamentales para proteger tanto su cabeza como sus pies, que son las dos zonas de su pequeño cuerpo más sensibles al frío.
- Bodies. Otra prenda indispensable ya que ofrece a los bebés un alto grado de confort y libertad de movimientos. Además, piensa que, durante sus primeras semanas, se va a pasar la mayor parte del tiempo durmiendo.
- Pijamas. La clave es que sean fáciles de poner, sobre todo, si eres primeriza. Hay prendas de este tipo que parecen requerir un poco de experiencia en la maternidad.
Y tú, ¿qué ropa debes llevar en tu bolso? Fundamentalmente, un par de sudaderas o camisetas que te queden holgadas. La elección dependerá de la época del año en la que des a luz. Pon en ella también dos pantalones de chándal o leggings de cintura ajustable y suave, así como un cárdigan que ponerte por encima. Con eso y un calzado cómodo tendrás más que suficiente.
En definitiva, la semana 37 de embarazo es bastante intensa tanto para el bebé como para la madre. Un momento cercano al parto en la que conviene dejarlo todo preparado para cuando suceda. Desde ropitadenenes.com esperamos haberte ayudado a comprender mejor cómo te sentirás y a elegir las prendas más adecuadas para la visita al hospital y para los días posteriores.